EUROPA
PRESS
23 octubre
2018
¿Por
qué se cae el pelo? Cuatro causas de la alopecia
La llegada del otoño provoca que muchas
personas se preocupen por la caída del cabello, pero no hay que confundir
alopecia con caída circunstancial y puntual.
Los hombres padecen más alopecia que las mujeres.
Concretamente, hasta un 65 por ciento de la población masculina se ve afectada
por la alopecia androgénica, una condición
hereditaria dependiente de la testosterona, y sólo un 20 por ciento de las
mujeres sufre caída de cabello importante, ha indicado el especialista en
cirugía capilar de la Clínica Planas, el doctor Dorian González.
No obstante, existen más de 100 tipos de alopecia. El
miembro del servicio de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal, el doctor
Sergio Vañó, añade a la androgénica
el efluvio telógeno, causado por estrés, dietas o
insomnio; la cicatrical, por un traumatismo; la
producida por infecciones, como la foliculitis; la provocada por enfermedades
internas, como la anemia; o la producida por fármacos, como la quimioterapia.
En función de la edad también pueden darse casos. Los
pacientes escolares y adolescentes pueden verse afectados frecuentemente por
alopecia areata; los adultos jóvenes son más
propensos a la alopecia androgénica, mientras que las
mujeres en edad fértil pueden sufrir caída de cabello por efluvio transitorio
postparto y las mujeres de edad media pueden padecer alopecia post-menopausia.
Factores de caída
del cabello
·
El efluvio telógeno estacional. El
cuerpo se adapta a las diferentes situaciones climatológicas y estos cambios
pueden afectar a la densidad capilar y aumentar la pérdida de cabello,
especialmente en primavera y otoño, es lo que se conoce como efluvio telógeno estacional.
Es una de las causas más
frecuentes en la consulta de medicina capilar, y no es más que el repentino
incremento de la caída del cabello, que viene dado porque el cabello que se
encuentra en la fase anágena, de crecimiento, se
salta la fase catágena, de transición, y pasa
directamente a la fase telógena, de desprendimiento.
De ahí el nombre de efluvio telógeno, un momento de
gran caída de pelo sin una causa aparente. Sucede tanto en hombres como mujeres
y es algo temporal que responde bien a tratamientos.
·
Cambios hormonales: el embarazo y la menopausia afectan al
cabello. La evolución de un embarazo viene dada por un componente hormonal, en
el que la placenta produce en grandes cantidades de progesterona. Esta hormona
prolonga la fase de crecimiento del pelo y es un inhibidor de la caída.
Tras el parto, al perderse el
efecto hormonal de la placenta, es muy frecuente que pasados tres o cuatro
meses las mujeres puedan notar caída de cabello, llamada efluvio telogénico posparto, que aunque preocupa mucho a las
afectadas, es transitorio.
Otro momento sensible para las
mujeres es la llegada de la menopausia. En esta etapa los ovarios dejan de
producir estrógenos y progesterona, que son los protectores naturales de las
fases de crecimiento del folículo piloso e inhibidores de la caída, ya que
atenúan los efectos de la testosterona.
En este sentido, al perderse la
producción de estrógenos y progesterona, puede manifestarse un mayor efecto de
la testosterona, que acaba aumentando la caída del pelo. Esta caída puede
estabilizarse mediante tratamiento antiandrógeno para paliar esta mayor
actividad de la testosterona.
·
Estrés emocional y alopecia areata.
Siempre se comenta que el estrés produce caída del cabello, pero lo cierto que
por sí solo no es causante de la mayoría de caídas del cabello.
No obstante, es un factor de
importancia a tener en cuenta en casos de alopecia areata
donde, por motivos emocionales, asociados a depresiones y/o alteraciones del
ánimo, como la muerte de un familiar, separación de la pareja o problemas
económicos, la persona puede perder pelo en alguna zona concreta de la cabeza.
Esta caída se produce en forma
de placas y presenta de forma redondeada, asemejándose a una moneda, pero por
lo general responde de manera muy satisfactoria a los tratamientos y se
recupera el cabello en el 85 por ciento de los casos, pasados entre tres y
cuatro meses con tratamiento médico.
El estrés por sí solo no es un
agente causante de alopecia, pero si es un añadido que acelera determinados
tipos de alopecias, como en el caso de la alopecia androgénetica
donde puede acelerar los efluvios.
·
Componentes hereditarios. La alopecia androgénica
es la causa más frecuente de la caída del cabello y en el 90 por ciento de los
casos es una condición heredada.
El doctor González ha señalado
que existen múltiples herramientas para frenar la alopecia. El primer paso para
conseguirlo es un buen diagnóstico por parte de un especialista para detectar
el origen del problema capilar, y aplicar así el tratamiento correcto para cada
caso.
El especialista indicará, según
la gravedad, la conveniencia de tomar vitaminas vía oral, antiandrógenos,
lociones o infiltraciones. En algunos casos, ante alopecias severas, será
conveniente aplicar microinjertos capilares.
Por su parte, el jefe de la
unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional
de Madrid, el doctor Luís Pastor, aconseja "acudir siempre al dermatólogo,
aunque nunca se considerará una urgencia pues el pelo, como regla general, no
se perderá y renacerá siguiendo un tratamiento adecuado".